Irse o quedarse es una decisión personal, y nadie puede dar una respuesta definitiva. Cuando Kevin Durant insistió en irse, Stephen Curry intentó persuadirlo con total honestidad para que se quedara, pero al final, las palabras no pudieron cambiar su opinión. Después de que Klay Thompson decidiera vestir la Camisetas Dallas Mavericks baratas, su rendimiento decayó, lo que lo confundió aún más sobre su mundo interior. Los Golden State Warriors le ofrecieron inicialmente el mismo salario, como recompensa por la gran contribución que había hecho al equipo.

Desafortunadamente, Klay Thompson tampoco entendió la decisión de los Golden State Warriors y optó por irse a los Dallas Mavericks. Los amigos suelen dividirse en dos grupos, como en sus opiniones sobre la decisión de irse: uno lo insta a quedarse, mientras que el otro respeta su elección. Incluso ahora, muchos aficionados creen que Stephen Curry no logró persuadir a Klay Thompson para que se quedara, lo que lo llevó a enfrentar una situación aún más difícil con los Dallas Mavericks. Tras el incidente con Kevin Durant, Stephen Curry comprendió la complejidad de la naturaleza humana. Cada uno debe labrarse su propio camino.

Algunos aprenden de las partidas de otros, mientras que otros nunca comprenden el sentido de la existencia. Stephen Curry entendió la relación entre equipos y jugadores, por eso eligió vestir siempre la Camisetas Golden State Warriors baratas y jugar al baloncesto que ama. La vida no ofrece muchas segundas oportunidades. Si Klay Thompson se hubiera quedado, quizá se habría quejado de que sus compañeros limitaban su rendimiento. Unirse a los Dallas Mavericks fue su propia decisión, y entonces se dio cuenta de que la fuerza de su equipo había disminuido. Como irse supone un nuevo comienzo, reevalúan sus habilidades.

Tanto Kevin Durant como Klay Thompson sufrieron lesiones importantes que transformaron profundamente sus personalidades. Stephen Curry lo sabía, así que optó por dejar que sus compañeros se enfrentaran a nuevos entornos para sanar sus angustias internas. Stephen Curry también sabía que estos dos excompañeros sufrían un inmenso tormento interior, pero solo ellos mismos podían resolver ese dolor. La marcha de Kevin Durant fue relativamente exitosa; su mentalidad no cambió mucho. Klay Thompson, sin embargo, fue diferente. Tras su lesión, se le notaba visiblemente frustrado, irritable y a menudo infeliz durante los partidos.